El monumental Palacio del Marqués de la Motilla ¿Primera y última vez abierto al público?

Cuando pasas por la Calle Laraña, es inevitable fijarse en la torre de apariencia italianizante que

flanquea el encuentro con la Calle Cuna. Se trata del Palacio del Marqués de la Motilla, un edificio que, aunque hunde sus raíces en el reparto que hizo San Fernando al conquistar la ciudad, responde a una obra hecha entre 1921 y 1934 sobre un palacio del Siglo XVI. Sin embargo, lo que pocos conocen es la joya que se esconde tras esa fachada de apariencia historicista.

Gracias a la Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla, pudimos disfrutar ayer de un concierto en el impresionante patio principal del edificio y conocer el interior del mismo. Se trata de la primera vez que este edificio se ha abierto para un evento cultural público, o al menos la primera de la que yo he tenido noticia, por lo que fue una oportunidad única. Es importante más si cabe porque además puede ser la última vez que exista la oportunidad de conocerlo tal y como ha llegado a nuestros días, puesto que recientemente ha sido vendido a otro propietario, lo cual supone una importante incertidumbre sobre los futuros usos, la conservación del edificio y el destino de la importante colección artística que alberga en su interior, ya que actualmente el edificio no cuenta con la protección de BIC que garantizaría su conservación completa.

Interior del Palacio de la Motilla: Patio principal

Interior del Palacio de la Motilla: Patio principal

Torre del Palacio de la Motilla

Como decíamos, el edificio actual parte de la reforma de un edificio del Siglo XVI, del cual se conservan algunos elementos como las columnas genovesas con capiteles de castañuela características de los palacios renacentistas o algunas armaduras. Sin embargo, tras una vuelta al mundo de los hijos del Marqués a finales del siglo XIX, en la que pudieron conocer diversos estilos y hacer una colección de piezas artísticas, se decidió llevar a cabo la reforma del edificio. Aunque se planteó dotarle de un estilo regionalista, finalmente se optó por un estilo italianizante, para lo cual se contrató al arquitecto Gino Coppedé (arquitecto muy importante en la época en Roma), siendo el director de la obra el arquitecto regionalista Vicente Traver. La ejecución comenzó en 1921, aunque se prolongó debido al ensanche de la actual Calle Laraña, que implicó la expropiación de parte de la propiedad y el retranqueo de la fachada.

Esa decisión del estilo italianizante se ve muy clara en la mayoría del edificio, que cuenta con muchos detalles ornamentales como los esgrafiados que decoran los arcos (en lugar de yeserías), el tipo de ventanas, etc. que no son los característicos de la arquitectura nobiliaria sevillana. Sin embargo, también se combina con otros elementos que sí lo son, como las armadura de la escalera, la azulejería de algunas estancias, algunos artesonados, etc. Incluso hay un patio secundario (al que no pudimos acceder) al estilo del Patio de Muñecas del Alcázar.

Interior del Palacio de la Motilla: Escalera principal

Interior del Palacio de la Motilla: Armadura de la escalera principal

Interior del Palacio de la Motilla: Patio secundario

Interior del Palacio de la Motilla: estancia anexa al patio secundario

La casa tiene algo muy especial, y es que, tal y como ocurre con el Palacio de Salinas, sigue habitada hoy en día por sus dueños, lo cual hace que conserve todo el mobiliario de la casa. Por tanto, no es un monumento vacío y descontextualizado, sino que conserva gran cantidad de muebles, pinturas, tapices, esculturas, etc. que enriquecen el conjunto. Conserva muchas piezas de gran valor, como el retrato de Don Antonio Ricardos ejecutado por Goya (aunque ahora está en préstamo en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid), pero entre todas ellas destaca un lienzo de Cristo Crucificado pintado por el Greco en 1590. A todo esto se suman, por supuesto, los innumerables detalles ornamentales que forman parte de la rica arquitectura del edificio.

Esculturas de mármol en la galería del patio

Esculturas de mármol en la galería del patio

Detalles decorativos en la escalera principal del interior del palacio

Detalles decorativos sobre los capiteles del patio principal

Patio de entrada al Palacio de los Marqueses de la Motilla

Una vez terminada esta entrada, sólo queda agradecer a AAOBS por la oportunidad  y desear que este evento sirva de precedente para dotar al edificio de un uso cultural que permita su conservación íntegra, ya que el edificio no goza de la protección de BIC (Bien de Interés Cultural).

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