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jueves, 19 de octubre de 2017

Adiós a la Capilla de San José

Aseguraba la frase atribuida a Bismarck que España debía ser la nación más fuerte del mundo, porque llevaba siglos intentando autodestruirse y aún no lo había conseguido. Y es que, si esta afirmación es totalmente cierta, de esta España la capitalidad la ostenta sin duda nuestra amada Sevilla.

Saco a colación este tema por la reciente noticia de la disolución de la Asociación para la Restauración de la Capilla de San José, aunque éste por desgracia es sólo uno de los muchos hechos que pueden corroborar la realidad de esta afirmación. Aunque doy por hecho que todos conocen la citada asociación, pongo en antecedente: es una asociación creada en 2013 con el objetivo de salvar esta preciosa capilla de estilo rococó cuyo estado de conservación es muy deficiente. Desde entonces han recaudado más de 100.000 euros, enseñado a los ciudadanos el monumento y concienciado sobre su importancia y la urgencia de su restauración. Ahora se encontraba en su mejor momento: con una renovada página web, un gran número de voluntarios, una presencia en la sociedad consolidada, el primer paso necesario ya dado (acababa de presentar los primeros trabajos de urgencia) y negociaciones iniciadas para dar un importante impulso al proyecto.

Sin embargo, acaba de producirse un cambio en la comunidad de los Capuchinos (propietarios del inmueble), por el que se ha designado un nuevo guardián de la Capilla, Fray Eduardo Rodríguez. quien ha acabado de un sablazo con todas las actividades que la asociación tenía preparadas (por eso se tuvo que cancelar a última hora la participación de la noche en blanco), argumentando que el derecho canónico no permite en espacios de culto ningún tipo de actividad que no sea de esta naturaleza (aunque en la Catedral, que es la principal fuente de ingresos del arzobispado, a Dios, claro está, no le ofende la invasión diaria de los turistas, es por una causa de fuerza mayor). Así, el nuevo guardián ha corregido el que parece que considera un error del anterior, que permitió que un grupo de ciudadanos dedicara su tiempo de forma totalmente desinteresada para arreglar su casa y salvar un tesoro sevillano que corre serios peligros, dándole para ello la libertad para enseñar este bien patrimonial a los sevillanos y sacar a relucir su valor cultural... ¡Qué despropósito!


lunes, 26 de junio de 2017

Palacio de Yanduri

En plena Puerta de Jerez, en el corazón monumental de Sevilla, se encuentra la Casa de Yanduri, un curioso edificio de estilo francés. Sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando Juan Antonio Vicentelo de Leca, enriquecido con los negocios de las américas, construyó en estos terrenos un palacete. En esa casa nació el 16 de abril de 1898 el poeta Vicente Aleixandre (premio Nobel de literatura en 1977). En el año 1900, su padre Carlos Aleixandre, ingeniero, fue destinado a Málaga y vendió esta casa a Don Pedro Zubiría, quien en este mismo año ejecutaría su demolición para la construcción de una nueva casa. La quiso situar en este emplazamiento por la cercanía a la residencia de los padres de su mujer, Teresa Parladé (actual Casa de Guardiola). Para la realización de esta residencia contó con el arquitecto Antonio Rey y Pozo, pero éste falleció y continuó la obra Jacobo Galí y Lassaletta. Se piensa que éstos utilizaron para la obra los planos de un arquitecto francés, lo cual explica el estilo arquitectónico del edificio. La obra finalizó en el año 1903.
Fachada principal del Palacio de Yanduri

Detalle de la fachada principal del Palacio de Yanduri


lunes, 22 de mayo de 2017

Cultura de Sevilla

Sevilla... ¿cuándo madurarás?
Sevilla, eres una ciudad maravillosa, con un gran potencial cultural, una historia tan larga como pocas en toda Europa y un patrimonio riquísimo. Pero lo que tienes también es una increíble capacidad para anularte, que hace que hoy en día seas una ciudad mediocre y no líder en el ámbito cultural, como sin duda podrías ser.

Sin embargo, también tienes una capacidad asombrosa para enganchar, para ganarte amantes. Uno de ellos es Sergio Harillo, quien hace 9 años creó el Blog Cultura de Sevilla. Su pasión le ha llevado a luchar desde entonces, a contracorriente, por hacer de ti lo que te mereces. Por un lado, con su labor de difusión del patrimonio cultural, ayudando a concienciar sobre la importancia y el valor del mismo. Por otro lado, ha hecho una muy importante labor de denuncia, día a día, cada vez que veía una casa antigua, parte del patrimonio que hemos heredado, destruyéndose por la falta de conciencia, por interés económico o simplemente el desconocimiento; cada vez que se hacía una obra que, con una mala planificación, construía una vez más un lugar que recuerda la oportunidad perdida de sacarte partido o cada vez que se acababa con los árboles que además de dotar de sombra y frescor tan necesarios en Sevilla, mejoran la situación medioambiental. Además acaba de crear, junto con Irene Villén, una página para promover urgente restauración del Museo Arqueológico, que cuenta con el apoyo de la directora del mismo.

Pero hoy Sevilla, con esa capacidad de anularte, has acabado con su paciencia. Hoy ha escrito en su blog una declaración en la que muestra su hartazgo, porque se entregó por ti y siente que a pesar de su ilusión todo sigue igual, y él a cambio ha perdido muchas horas y ha ganado detractores. La ineptitud, el inmovilismo de los ciudadanos, el estancamiento, la indiferencia y la incultura han acabado con su paciencia, y ahora el futuro de su blog es incierto.

Y yo no puedo quedarme de brazos cruzados. Su blog, con casi 14.000 seguidores en tuiter y más de 11.000 en facebook, se ha convertido en una de las páginas webs de referencia en su campo en la ciudad. Entre todos ellos me encuentro yo, quien desde que tuve madurez suficiente para manejar redes sociales he seguido día a día sus publicaciones. Gracias a eso, hoy soy un enamorado más de ti, Sevilla, me animé con sólo 15 años a crear mi propio blog (aunque muchísimo más humilde que el suyo) y hoy mi proyecto de futuro profesional es entrar en esa lucha que necesitas que libremos para proteger tus tesoros y potenciar tu valor. Estoy seguro de que de entre todas esas personas que han podido disfrutar de ese blog, no soy el único que le debe un sincero agradecimiento por su trabajo.

Por eso quiero mostrarle mi humilde elogio y animarle a que no pierda la ilusión, porque estoy convencido de que merece la pena lo que ha hecho y merece que tú, Sevilla , se lo agradezcas.

No dejemos que esto ocurra, porque sería una gran pérdida para ti, Sevilla, necesitas que nos movilicemos y dejemos de ignorar y maltratar el potencial cultural que atesoras. la labor de difusión y concienciación de Sergio es enconmiable,  y no es justo que después de todo su ilusión se vea desvanecida.

Luchemos por la Cultura de Sevilla

viernes, 28 de abril de 2017

La destrucción del caserío histórico de Sevilla


No siempre caminar por Sevilla es un placer, a veces te encuentras sorpresas desagradables. El otro día, pasando por la Calle Castellar, justo después de asomarme al observar las yeserías de la entrada del colegio Calderón de la Barca, vi que la casa de la acera de en frente, de aspecto antiguo, tenía la puerta abierta y pensé en asomarme al zaguán para ver qué encontraba. La imagen no fue la que esperaba:

Entre escombros, asomaba una columna que se mantenía erguida entre los restos del edificio destruido, posiblemente esperando a correr la misma suerte que el resto de la edificación. De hecho ya hay algunas columnas desmontadas y partidas apoyadas en la pared, desconozco con qué destino. Es, por desgracia, una imagen muy ilustrativa de la Sevilla actual, que ve como día a día se van perdiendo elementos que forman parte del patrimonio de nuestra ciudad. Se destruyen casas enteras, dejando sólo las fachadas o en el "mejor" de los casos, se arrasa con la azulejería, suelos hidraúlicos...

Cualquiera se escandaliza al hablar de los años 60 por lo que se destruyó entonces, pero de lo que pocos son conscientes es de que actualmente se sigue arrasando con el patrimonio en Sevilla, aunque no se haga de la misma manera, y es muy importante frenar este proceso porque, aunque parezca sólo una casa más, poco a poco se está acabando con el caserío histórico de Sevilla y en conjunto se está produciendo una pérdida irreparable del patrimonio y la historia de la ciudad.