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miércoles, 3 de enero de 2018

Avances en la restauración del Cenador del León


Cenador del León antes de la restauración

Cenador del León durante la restauración

Desde el pasado verano se está acometiendo la restauración del Cenador del León del Alcázar, el cual no deja de dar sorpresas, según nos cuenta la arquitecta encargada, Lola Robador, que está muy entusiasmada con el desarrollo de las obras. Se trata de una de las albercas islámicas que abastecían las huertas del Alcázar y que, con el transcurso de los siglos, sobre todo a partir del siglo XVI,  tomaron un aspecto más monumental y decorativo, transformando las antiguas huertas en jardines al estilo de otros grandes palacios.Este cenador fue construido a partir de 1644, probablemente con el diseño de Diego Martín de Orejuela, como parte del proyecto de nuevo Jardín ideado por Juan Bernardo de Velasco.

 La edificación que nos ocupa constaba anteriormente de una profusa decoración diseñada por Benito Valladares que incluía unas pinturas murales en el exterior ejecutadas por Juan de Medina entre 1644 y 1646, las cuales se han perdido por completo, aunque con el transcurso de las obras se ha descubierto que en el interior sí se conservan dichas pinturas. Esta sorpresa, sin embargo, presenta un dilema, ya que para sacar a la luz estas pinturas de gran calidad y belleza sería necesario eliminar las que se hicieron el siglo XVIII, de menor valía y con un estilo más sencillo y menos colorido. No obstante, no dejan de ser un elemento histórico que tampoco podemos obviar. Con este motivo (además de la limitación presupuestaria) la arquitecta ha decidido restaurar las del siglo XVII que no están tapadas por las más modernas y mantener las del XVIII de la cúpula, a excepción de algunas catas, de forma que permita documentarlas y que en un futuro se pueda optar por sacar por completo las más antiguas si se considerara oportuno.