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lunes, 28 de noviembre de 2022

Visitas a la última vivienda de Miguel Mañara

Desde hace unos años, el Hospital de la Caridad ha incorporado a su oferta cultural la visita a las dependencias de Miguel Mañara. Se trata de unos humildes espacios que conservan los elementos originales del siglo XVII, como la solería de barro o las escaleras.

Mañara había vendido poco antes su palacio en la calle Levíes, obteniendo así fondos para la caridad, y se había mudado a una humilde vivienda cerca del homónimo hospital. Sin embargo, en 1677 pide trasladarse a las citadas estancias en el propio edificio, desde donde podría bajar por las noches a rezar a la sacristía (justo debajo de las estancias en las que él vivía). Esto era algo excepcional, puesto que las reglas de la hermandad no permiten dar hospedaje a los propios hermanos. Desgraciadamente, tan sólo dos años después moriría con sólo 52 años.

Vistas de la Catedral desde el Hospital de la Caridad

Estancias de Miguel Mañara en el interior del Hospital de la Caridad

Estancias de Miguel Mañara en el interior del Hospital de la Caridad

Actualmente, se puede disfrutar de visitas guiadas a estos sencillos espacios y conocer más sobre este insigne personaje en las palabras de los propios hermanos de La Caridad. El recorrido incluye una visita guiada a la propia iglesia y el patio de los rosales, por lo que es también una magnífica oportunidad para conocer este monumental edificio si aún no lo conoces. También se puede disfrutar de las privilegiadas vistas de la Catedral desde estas estancias.

lunes, 10 de octubre de 2022

Reapertura del Convento Madre de Dios: una oportunidad para asomarse a los tesoros de la clausura

El Convento Madre de Dios, en la calle San José, acaba de reabrir tras un periodo de restauración, dirigida por el arquitecto Ángel Candelas, que ha afectado principalmente a la estructura del edificio. Es por ello que la orden necesita conseguir más dinero para proseguir con la restauración del interior del edificio y sus bienes inmuebles, ya que la iglesia sigue estando visiblemente necesitada de estas intervenciones. Por ese motivo se ha abierto la exposición, cuya recaudación irá íntegramente destinada a estos fines. Se va a buscar también la ayuda del ayuntamiento, que ya colaboró con los trabajos anteriores. En la citada restauración, además de obras complejas como la estabilización de las cubiertas mediante la construcción de una estructura que soporta a la original y el acabado en forma de cubierta microventilada, se han restaurado también las fachadas exteriores, recuperando unas policromías que decoraban la portada de Juan de Oviedo del año 1590.

Interior de la iglesia del Convento Madre de Dios de Sevilla

Portada de la iglesia del Convento Madre de Dios, con restos de policromías originales

El Convento Madre de Dios es un convento de la orden Dominica que se fundó en 1472 en las inmediaciones de la Puerta de Triana, aunque se traslada en 1496 a su ubicación actual, junto a la Iglesia de San Nicolás, por las inundaciones que afectaban al primitivo emplazamiento. Este traslado fue posible gracias a la donación, por parte de la Reina Isabel, de unas antiguas propiedades judías, incluida una Sinagoga, que se convertiría en el primitivo oratorio. La obra del templo actual, con la típica planta de cajón de los conventos sevillanos, se finalizó en la segunda mitad del siglo XVI, combinando los estilos renacentista (visible en elementos como los retablos laterales y las yeserías) y el mudéjar. En este sentido, destacan las armaduras, que son de las mejores que se conservan en la ciudad, y en Andalucía. Llama la atención la armadura que cierra la capilla mayor, construida en 1564, que está dotada de unas vistosas policromías.

Armadura mudéjar que cubre el presbiterio de la iglesia

martes, 7 de junio de 2022

El monumental Palacio del Marqués de la Motilla ¿Primera y última vez abierto al público?

Cuando pasas por la Calle Laraña, es inevitable fijarse en la torre de apariencia italianizante que
flanquea el encuentro con la Calle Cuna. Se trata del Palacio del Marqués de la Motilla, un edificio que, aunque hunde sus raíces en el reparto que hizo San Fernando al conquistar la ciudad, responde a una obra hecha entre 1921 y 1934 sobre un palacio del Siglo XVI. Sin embargo, lo que pocos conocen es la joya que se esconde tras esa fachada de apariencia historicista.

Gracias a la Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla, pudimos disfrutar ayer de un concierto en el impresionante patio principal del edificio y conocer el interior del mismo. Se trata de la primera vez que este edificio se ha abierto para un evento cultural público, o al menos la primera de la que yo he tenido noticia, por lo que fue una oportunidad única. Es importante más si cabe porque además puede ser la última vez que exista la oportunidad de conocerlo tal y como ha llegado a nuestros días, puesto que recientemente ha sido vendido a otro propietario, lo cual supone una importante incertidumbre sobre los futuros usos, la conservación del edificio y el destino de la importante colección artística que alberga en su interior, ya que actualmente el edificio no cuenta con la protección de BIC que garantizaría su conservación completa.

Interior del Palacio de la Motilla: Patio principal


Interior del Palacio de la Motilla: Patio principal

Torre del Palacio de la Motilla

lunes, 14 de febrero de 2022

Sevilla Barroca: una ciudad llena de color y decoraciones en sus fachadas

 A lo largo de la historia el color ha sido un elemento que ha acompañado a la arquitectura con diversos niveles de intensidad, pero ha sido una de las características que menos ha perdurado, por su evidente debilidad. No sólo es así, sino que en la actualidad la imagen idealizada de la arquitectura histórica está conformada sin esta característica, y tanto en el tratamiento del patrimonio histórico como, sobre todo, en la nueva arquitectura, es un recurso pobremente utilizado. Por eso es importante estudiar con rigurosidad este tema, para poder actuar consecuentemente y reivindicar su lugar en la arquitectura.

Aunque evidentemente la arquitectura es un aparato muy complejo que va más allá de estas características, el papel que tiene en la imagen de la arquitectura y con ello la definición del paisaje urbano, es trascendental. No sólo afecta a criterios estéticos, sino que el tratamiento del color altera la forma en la que percibimos la arquitectura, incluso en aspectos volumétricos o compositivos.

Desde la Antigua Grecia, en cuyo símbolo más reconocible, el Partenón de Atenas, se ha demostrado la existencia de restos de variados e intensos colores, hasta las arquitecturas más recientes se han usado este tipo de recursos. Sin embargo, como ya apuntábamos, es algo denostado en algunos casos y relativamente poco estudiado.

En el caso de Sevilla no es para menos, de hecho se ha descubierto recientemente que también su monumento más icónico, la Giralda, estuvo completamente recubierto de una decoración mural de color rojo que simulaba un despiece de ladrillos. Y es que en Sevilla no sólo era frecuente la utilización de del color en el tratamiento de los acabados de muchos edificios de diversa índole, sino el empleo de pinturas murales con diferentes tipos de decoración (algunas tan sencillas como el simulado de despiece de ladrillos o sillares y otras de más complejidad), esgrafiados u otras técnicas híbridas como es el grafito inciso. Descrita así por Rafael Ruiz Alonso (Historiador profesor de la Universidad de Valladolid y experto en el estudio de técnicas de esgrafiados) el grafito inciso es un tipo de técnica en la que hay cierta discusión sobre si se considera esgrafiado o no, por eso la describimos como técnica híbrida. Como ya hemos hablado en otras ocasiones, consiste en la realización de incisiones lineales en el mortero, que en el caso de Sevilla suelen aparecer frecuentemente como guía para la realización de las pinturas murales que decoran las fachadas.