Este edificio tiene un notable interés por ser uno de los edificios residenciales más antiguos de cuantos se conservan en la ciudad de Sevilla (Si no tenemos en cuenta las de corte Palatino, como los Alcázares). Su construcción se data a finales del Siglo XV, coincidiendo aproximadamente con los orígenes de otros edificios como la Casa de los Marqueses de la Algaba, de Pilatos o Dueñas pero que no se pueden llevar el galardón de la más antigua por ser también de corte más palatino y conservar muy poco del edificio original. También son notables ejemplos por tener orígenes incluso más primitivos la Casa de Altamira (s. XIV) o la de Mañara (S.XV), pero quedan también excluidos porque conservan muy poco de la original (en el segundo caso de hecho hay muy poca relación entre la construcción del Siglo XV y la actual). Podría ser un rival directo la casa 17 de la calle Argote de Molina, una casa señorial que conserva intactos los muros de la primera década del Siglo XV y algunos elementos decorativos.
Patio interior de la Casa del Rey Moro |
La casa fue bastante desvirtuada en el siglo XIX, cuando sufrió importantes modificaciones para adaptarse a su uso como casa de vecinos. Sin embargo fue adquirida por la Dirección General de Bellas Artes y restaurada a partir de 1970 bajo la dirección de Rafael Manzano y posteriormente Alfonso Jiménez, quienes recuperaron la fisionomía primitiva del edificio. En la Actualidad es sede de la Fundación Blas Infante.
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Fuente: Fototeca de la US |